Se llamaba Arturo Vega. Nacido en Chihuahua (México), murió
en NY este año pasado a los 65.
Conoció a Dee Dee (y con él,
al resto de la banda de Punk Rock más famosa de la historia) en Nueva York,
donde vivía muy cerquita del mítico CBGB (la sala de conciertos más emblemática
de la movida underground neoyorquina). Entonces luchaba por abrirse camino como
artista gráfico mientras sobrevivía fregando platos o haciuendo cualquier otro
trabajo que le rentara unos dólares.
Así, se convirtió de inmediato en el técnico de luces de la
recién formada banda, y por supuesto, también en el diseñador de cabecera de
los Ramones. Al margen de su trabajo en los discos (diseños, fotografías, etc),
lo que nos ocupa hoy es uno de los logos más famosos del rock. No fué una
carísima agencia de marketing, ni un acomodado diseñador
cool-moderno-underground quien lo hizo. Fue él, un mexicanito con pocos
recursos y muchas ganas.
Mezcló la imagen de una
hebilla de cinturón que solía vestir entonces, con la de la moneda de dólar de Eisenhower del 72, y su extraña afición por
la imaginería militar "hard" (más tarde crearía una polémica
colección basada en esvásticas que justificaría diciendo que " el
bien no existe hasta que nos enfrentamos al mal y lo derrotamos. Y la mejor
manera de derrotar al mal es haciéndole el amor, convirtiéndolo en algo
hermoso"). A todo ello le añadió la famosa águila, de la que argumentaría
que es un animal majestuoso que "no hace estupideces como chuparse los
huevos, como hacen los leones". Como veis, toda una perla el amigo Vega.
La versión definitiva del logo llegó tres años después, en el 76, y con el tiempo se ha convertido en una de las imágenes más icónicas de la imaginería pop, probablemente junto a la lengua de los Rolling, la "S" de Superman, la Marilyn de Warhol o el clásico I love NY.
La versión definitiva del logo llegó tres años después, en el 76, y con el tiempo se ha convertido en una de las imágenes más icónicas de la imaginería pop, probablemente junto a la lengua de los Rolling, la "S" de Superman, la Marilyn de Warhol o el clásico I love NY.
Lo cierto es que al margen de
su trabajo con los Ramones, poco más hizo de relevancia este artista gráfico
salvo convertirse en la máxima autoridad en materia Ramonera (22 años pegado a
ellos lo concierten en experto). Pero, amigos, cuántos diseñadores de éxito y
con toneladas de trabajo a las espaldas no hubieran cambiado toda su carrera
por crear ese logo...!
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