Censura 1: Veneno

Existen muchos casos de censura en la música. Normalmente en video clips o en portadas, y alguna vez en letras. En tiempos de dictaduras y/o en según que países presuntamente desarrollados, es habitual tropezarse con este tipo de práctica represora que acostumbra a atentar contra la libertad de expresión.

Lo más triste del caso es que a día de hoy, sigue siendo algo habitual. Más de un veterano aprovecha eso para promocionar sus trabajos (véase el último clip de Bowie, http://www.youtube.com/watch?v=7wL9NUZRZ4I, claro ejemplo de medida provocación premeditada con ánimo de promo gratis).

Pero hoy hablaremos de portadas, de una en concreto. Y de aquí. Hablaremos de Kiko Veneno (king of underground flamenco) y su primer disco, "Veneno" (1977), homónimo del grupo que lideraba acompañado de los hermanos Amador (Raimundo y "el otro", Rafael).

La portada en cuestión (abajo) mostraba el nombre del grupo grabado en un lingote de algún "extraño material" muy alejado del oro (aunque para algunos tenga el mismo o más valor) pero cercano al "moro", sospechosamente parecido al chocolate. En fin, a buen entendedor... El caso es que un buen puñado de copias con la portada original se distribuyeron en forma de promoción antes de la publicación comercial del vinilo, que ya hizo la discográfica CBS con la portada "convenientemente" maquillada. Y eso que el "Generalísimo" ya hacía dos años que faltaba a su fiesta de cumpleaños... Esas primeras copias alcanzaron valores de venta para coleccionistas bastante interesantes. Pero en el año 2009, Vinilissimo (Subsello de Monster), crea una línea de reediciones de grupos nacionales tirando de masters y portadas originales, entre los que se encuentra el susodicho "Veneno" y su famoso lingote, lo que da al traste con las especulaciones de los coleccionistas (aunque una edición original, siempre es una edición original).

La portada chocolateada

Cuántas almas habrá salvado este cambio!

Permitidme que apostille, en modo trágico, que hoy mismo seguimos sufriendo esta tontuna de la falsa moralidad en medios tan extendidos como iTunes, donde se siguen censurando portadas según estrictos criterios de civismo y pulcritud ética y moral (ehem...). Y de la tele ya ni hablo.